Todo comenzó allá por 1982, cuando una madre llevó al cine a su hijo de 6 años por primera vez. En uno de aquellos cines de antes, de pantalla enorme, se proyectaba E.T., y, desde aquel día, aquel niño descubrió una indescriptible necesidad por repetir la experiencia, una y otra vez...

miércoles, 10 de agosto de 2011

Capitán América

Cómo mola ir al cine en veranito y disfrutar con blockbusters de calidad. Esta semana ha sido genial, cinematográficamente hablando. Mañana hablaré de la que, en mi opinión, y a falta de Super 8, es la peli del verano.Y hoy toca comentar la adaptación del Capi, el Primer Vengador, y la nueva muestra de que en Marvel están haciendo las cosas rematadamente bien, poniéndonos los dientes largos con esa peli del supergrupo que veremos el verano que viene. Si en mayo conocíamos al Thor cinematográfico, en agosto ha llegado Capitán América. Ya queda menos para que se junten, aunque por separado resultan, de momento, muy disfrutables...


El personaje juega una baza que le hace especial, más interesante. Y no es nueva. Son muchos los héroes de ficción que se han beneficiado de su incursión en un contexto histórico que contaba con los villanos por excelencia de la historia de la humanidad. Lo hizo Indy, lo hizo un héroe del que hablaré más adelante cuyas aventuras fueron llevadas al cine por el mismo director que ha hecho lo propio ahora con el Capitán América. Y los que vendrán...Los nazis han dado mucho juego.

En ese sentido, estamos ante un personaje que se aparta un poco del superheroísmo urbano de sus compañeros de grupo y editorial. Al menos en esta primera peli de presentación, nos trasladamos a la década de los 40, en plena II Guerra Mundial, como en aquellos cómics primerizos en los que el bueno de Steve Rogers se permitía el lujo de propinar puñetazos al mismísimo Hitler. Pero el enemigo por excelencia del héroe, ese Cráneo Rojo al que nos presentan como peor aún que los nazis, poseía entidad suficiente como para que en su adaptación al cine no echásemos de menos al cabrón del bigotito.

Con semejante panorama, con ese contexto histórico, con un nazi de enrrojecida calavera que lleva a otro nivel la maldad de sus compinches, con un héroe que se basa en los valores americanos convirtiéndose en su superhombre siendo un mindundi, sería suficiente para tener una atractiva peli de aventurillas veraniegas. Y que nadie me apalee por lo que voy a decir, pero aquel Capitán América de 1990, cutre a más no poder, ya tenía cierto encanto.

Y el citado sub-producto no se apartaba en su esencia del esquema de esta superproducción que disfrutamos ahora en los cines. Más allá de las pretensiones, del presupuesto y de la incursión de la peli en ese proyecto global de llevar al cine a Los Vengadores, lo que podemos ver hoy es una lujosa película de serie A en su ambición, pero de clarísima serie B en su espíritu. Y ahí, en ese terreno, Joe Johnston se mueve como pez en el agua.

Es Johnston un director magnífico, uno de esos artesanos a los que los aficionados al cine de género tenemos mucho que agradecer. Como responsable de Capitán América ha hecho lo mismo que hace veinte años con aquella entrañable peli llamada Rocketeer. Si entonces contó con cuatro duros para contarnos una aventura maravillosa en la que un don nadie se enfrentaba a los nazis, ahora dispone de un ingente presupuesto para contarnos una historia muy parecida. Y como casi siempre, de manera eficaz y competente.

Porque, como se trata de alguien que sabe, que conoce el oficio como nadie, no ha defraudado. No podía hacerlo, porque todo jugaba a su favor: las características del personaje, los medios, el reparto...Como en tantas otras ocasiones, el cineasta no ha estropeado el asunto. Y ha sido capaz, además, de elevar un puntito el nivel de una peli que no puede aburir a nadie.

Ignoro los niveles de fidelidadal cómic, ya que no he seguido las aventuras del tipo en las viñetas. Pero teniendo en cuenta cómo están haciendo las cosas en Marvel, supongo que no irritará a los fans. Más allá de eso, Capitán América es una estupenda película de aventuras, un caramelito que nos remite a los seriales de los 50 y 60, a la típica historia de bueno contra nazis. Tiene la virtud, además, de no cargar cuando se trata de vender patriotismo, y nunca nos empalaga esa imagen azulona de un héroe obligado a portar barras y estrellas.

Chris Evans hace una magnífica traslación de Antorcha a Capitán América (¿guiño a los fans cuando vemos eso de 4F en una de las hojas de reclutamiento?), y como viene siendo habitual, el talento desborda en los papeles secundarios, destacando un Tommy Lee Jones deseoso de mejorar sus prestaciones en pelis comiqueras tras su DosCaras de Batman Forever. Pero toda buena peli de este género ha de contar con un villano de excepción, y el Cráneo Rojo al que interpreta Hugo Weaving da la talla. Entre el Agente Smith, Elrond y Red Skull, Weaving terminará sus días acudiendo a innumerables convenciones de fans...

Bien por Marvel. Capitán América es otro estupendo acercamiento a ese universo marveliano cinematográfico que culminará el año que viene con Los Vengadores. Hasta entonces habremos disfrutado de dos pelis magníficas, el primer Iron Man y ésta, de un Thor muy majo, y de una pequeña decepción como fue Iron Man 2. Como he dicho otras veces, lástima que Warner no tome nota y se ponga las pilas con su universo DC.

Con pelis así da gusto ir al cine a sobrellevar los calores. Y mañana, espero, hablaré de otra genial película veraniega, quizás la mejor de este estío 2011 junto a los mutantes de primera generación. Una monada de peli  que me ha gustado aún más que este estupendo Capitán América.


Mi puntuación en IMDb:8.

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