Todo comenzó allá por 1982, cuando una madre llevó al cine a su hijo de 6 años por primera vez. En uno de aquellos cines de antes, de pantalla enorme, se proyectaba E.T., y, desde aquel día, aquel niño descubrió una indescriptible necesidad por repetir la experiencia, una y otra vez...

sábado, 25 de junio de 2011

Midnight in Paris

Tardo, pero siempre vuelvo. Se nos ha muerto Peter Falk, quien merece entrada, y tengo además pendientes alguna opinión de pelis de cartelera. De momento, Woody Allen, que con Midnight in Paris ha cosechado, al menos en España, sus mejores críticas en los últimos tiempos. A mi no me ha disgustado, pero no creo que sea su mejor peli del último lustro. Podría haberlo sido, porque parte de una premisa divertida, original e interesante, pero el maestro se ha dejado llevar...Os cuento mis impresiones.



Estamos ante una comedia muy de Woody Allen, sobre todo teniendo en cuenta que últimamente el cineasta alternaba su cine de siempre con cosas más apartadas de su línea habitual, cambiando incluso de género con Match Point o El sueño de Cassandra, o manteniéndose en la comedia pero con novedades destacables, como Si la cosa funciona o la muy rompedora y desafortunada Vicky Cristina Barcelona. Con Midnight in Paris vuelve el Woody Allen de siempre, si nos atenemos al tono, al personaje principal y a otros aspectos menos importantes. De hecho, aquí algún crítica la ha definido como "el regreso del Woody Allen de Manhattan o Hannah y sus hermanas", algo con lo que yo discrepo totalmente, no ya por las relaciones estilísticas estre aquéllas y ésta, sino por lo lejos que se queda Midnight in Paris de las otras dos.

Owen Wilson es un nuevo y destacable alter ego de Woody, mucho mejor que anteriores intentos del director por encontrar a su nuevo yo. No hace falta irse muy atrás para encontrar errores con los nombres de Jason Biggs o Will Ferrell. Wilson es mucho más susceptible de ser ese personaje que todos disfrutamos en los ochenta y noventa, y aquí acepta de buen grado ese viaje de ida a una ciudad que al director fascina, y que finalmente termina por perjudicar a la peli.

Porque con Midnight in Paris, Woody se da un homenaje. Se regala una golosina parisina, con encuadres maravillosos de la ciudad, con paseos de los personajes que él querría dar, y con un entrañable viaje al pasado, al París de los años 20, con sus artistas, sus escritores y sus mujeres de vida alegre. En ese sentido, se echa de menos que Vicky Cristina Barcelona hubiese sido otra cosa. Se detecta en esta peli un cariño hacia la ciudad que no había en aquélla, por no hablar de la desastrosa historia que nos contaba allí, mucho peor que la que trascurre en París.

Y tampoco es que esta historia sea la para tirar cohetes. Se nos cuenta el descubrimiento del personaje de Owen Wilson de sus motivos de felicidad, de su viaje a la época que a él le hubiese gustado vivir. Es ese sentido, yo encuentro una gran relación con aquella maravilla que era La Rosa Púrpura de El Cairo, ya que, como allí, un personaje salta de época y de lugar para encontrar la plenitud. El problema es que el París de los años veinte no seduce, parece demasiado acartonado, aunque las caracterizaciones y apariciones de los famosos escritores, pintores y gentes famosas sí son estimables. Pero todo ocurre demasiado rápido, demasiado atropellado.

Curiosamente, cuando se echan de menos buenas historias en los cines, el gran Woody Allen tenía una, aunque no le ha dado para hacer una peli memorable. Se ha conformado con una pequeña buena peli, con un buen comienzo y, eso sí, un final magistral, algo que tampoco abunda en la actualidad. Y no quiero dejar de decir que Carla Bruni está muy bien en su pequeño papel. Como también lo está Rachel McAdams, en otro de esos personajes femeninos típicamente allenianos.

Buena peli del maestro, que teniendo en cuenta la genial premisa inicial, podría haber sido aún muchísimo mejor. Yo, de las últimas, me sigo quedando con la magistral Match Point.

Mi puntuación en IMDb:7.

Ficha en IMDb

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