La vuelta de Amenábar al cine de género ha defraudado a
muchos. A mi también. Regresión es
manifiestamente inferior a Tesis, Abre
los ojos y Los otros, pero tiene
cosas buenas. Vamos, que no considero que sea el desastre que muchos opinan…Lo
explico un poco…
En mi opinión, hay un adjetivo que sirve para calificar
exactamente este último trabajo de uno de nuestros cineastas más exitosos: simple.
Regresión es una película simple,
para lo bueno y para lo malo. De ahí, probablemente, el desencanto que ha
terminado por afectar a buena parte de público y crítica.
Si algo recordamos todos de los anteriores trabajos de
Alejandro Amenábar, y me refiero solamente a sus tres primeras películas (Mar Adentro y Ágora se sitúan en una línea estilística y argumental radicalmente
diferentes) es que eran cintas mucho más complejas que Regresión. Tesis escondía, en su modesto
envoltorio, unas pretensiones que finalmente se cumplieron, buscaba llamar la
atención del espectador mediante mecanismos recurrentes en muchas óperas prima:
un terror crudo, que se aprovechaba del miedo a esa leyenda urbana que hablaba
de verdaderas grabaciones con torturas y asesinatos, y ya sólo ese ingrediente
de las snuff movies provocaba que el espectador se mantuviese en guardia. Abre los ojos jugaba la baza de la
originalidad, con una historia novedosa y en ocasiones compleja, con
criogenización, un protagonista desfigurado…Y, finalmente, Los otros era casi un blockbuster, una vuelta de tuerca al típico
relato de casa encantada que, reconozcámoslo, nos engañó como a bobos, por
mucho que poco antes hubiésemos alucinado con El sexto sentido…
Y de repente, llega Regresión.
Estamos ante una película que, en mi opinión, mantiene dos de los elementos
importantes que destacaban en las anteriores. Primero, el pulso narrativo, la
atmósfera. Amenábar continúa filmando muy bien, y vuelve a demostrar que es uno
de los mejores directores españoles (quizás junto a Enrique Urbizu) que mejor
deja su impronta en el cine de género, llámese thriller, terror, suspense…Segundo,
la dirección de actores. Ethan Hawke y Emma Watson están bien, creíbles,
solventes, como lo estaban antes Ana Torrent, Eduardo Noriega, Fele Martínez,
Penélope Cruz o Nicole Kidman.
Lo que nos falla aquí es el guión, o, para ser más precisos,
el desenlace. Con un final más apabullante, uno que probablemente encajara peor
con todo lo que se nos ha contado antes, quizás la respuesta hubiera sido otra,
más benévola. Pero Regresión termina
de manera coherente, su final es tan simple como lo es toda la historia que se
nos cuenta. Y es que lo malo de acostumbrar al público con estruendosos “what the fuck’s” es que, cuando cuentas
algo que no termina así, la decepción aparece. Lo mismo le viene ocurriendo al
bueno de M. Night Shyamalan desde La
joven del agua, su primer trabajo que no presentaba un sobresalto al final.
Regresión funciona
como un estupendo thriller, como una historia de misterio magníficamente
contada, con una atmósfera que, sin llegar a acongojar, te mantiene pendiente
constantemente de lo que vas a ver en pantalla. Es suspense simple, repito, por
lo que cuenta, por cómo lo cuenta y por la manera en que el director y
guionista lo remata. Y, si bien el desenlace puede defraudar, si se hace
balance de lo que se ha visto no queda más remedio que admitir que ése era
precisamente el final menos increíble.
No funciona, por tanto, como cuento de difícil digestión con
final sorprendente. Quien sepa abstenerse de los anteriores trabajos de género
del director la disfrutará más, porque a veces, en estos tiempos en los que
cada vez se busca más rizar el rizo, se agradecen propuestas de menores pretensiones
argumentales. Es lo que vienen haciendo con éxito, por ejemplo, los hermanos
Coen, simplificando géneros, limpiándolos de artificios y, a veces,
purificándolos. Y es evidente que el suspense y el terror son, quizás, dos de
los que más urgentemente necesitan un lavado de cara, teniendo en cuenta la
cantidad de desastres clonados que vemos con frecuencia.
Estamos, por tanto, ante una historia con una acusación de
delito, con una investigación a cargo de un policía que llega nuevo, en un
pueblo perdido de la América profunda, con secundarios que recelan del recién
llegado…elementos todos vistos en multitud de pelis anteriormente. Amenábar nos
cuenta algo simple, sencillo, que a mi al menos me ha enganchado, y que, en mi
opinión, termina como tiene que terminar. Por eso creo que Regresión gana en un
segundo visionado, y por eso creo también, que la perspectiva del tiempo juega
a su favor, y que en un futuro no muy lejano será mejor considerada.
Mi puntuación en IMDb: 7.
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