Todo comenzó allá por 1982, cuando una madre llevó al cine a su hijo de 6 años por primera vez. En uno de aquellos cines de antes, de pantalla enorme, se proyectaba E.T., y, desde aquel día, aquel niño descubrió una indescriptible necesidad por repetir la experiencia, una y otra vez...

miércoles, 31 de agosto de 2011

Super 8

Cualquier aficionado al cine, desde el cinéfilo compulsivo como yo hasta el más casual que va al cine una vez al año, sabe que determinadas pelis le gustarán antes de su estreno. En el caso del segundo, una de terror, una comedia romántica o una de dibujos pueden llevarle al cine. En mi caso, una película como Super8 me lleva al cine, como me llevan casi todas, pero me crea un estado de expectación inaguantable por motivos perfectamente entendibles. Los expongo a continuación, y explico además por qué me lo he pasado pipa con esta maravilla...

Muchos de esos motivos de mi hype se han explicado sobradamente en las publicaciones y las webs sobre cine. Super 8 es un maravilloso viaje en el DeLorean a los años 80, y para alguien de mi generación, que se convirtió en un enfermo del cine precisamente en esa década, es un entrañable regreso a un pasado mágico e inolvidable. Y como era lógico, la presencia de Steven Spielberg como productor explica claramente la evocación ochentera.

Super 8 es, como E.T., cine con mayúsculas. Las dos son cuentos fabulosos, evocaciones fantásticas diseñadas para que los niños y jóvenes del momento no olviden cuándo, dónde y con quién la vieron. Es ciencia ficción asumible, digerible desde el punto de vista argumental, e inolvidable desde el punto de vista de la nostalgia, la magia y la aventura. La ha dirigido J.J.Abrams, pero está claro que es spielbergiana de cabo a rabo.

De hecho, tiene todas las cosas buenas que tenía E.T., y que tenían además otras maravillas como Exploradores, Cuenta conmigo o Los Goonies. Es una estupenda peli, magníficamente dirigida, escrita e interpretada, y que desprende, como decía antes, un ineludible aroma de perpetuidad. Pero además, como aquéllas, Super 8 tiene a unos niños como protagonistas, que, al contrario de lo que ocurre con desgraciada frecuencia en esto del cine, no empalagan. Son niños que interpretan bien a personajes magníficos, interesantes, de esos que marcan la conciencia cinéfila de sus coetáneos de generación que pagan la entrada para verles en el cine. Los críos de Super 8 son tan buenos que si la peli fuese española no podrían ganar un Goya.

Ellen Fanning, la hermana de Dakota, se está llevando casi todos los elogios. Está, efectivamente, enorme, pero no sería justo olvidar a sus compis, y por supuesto hay que reivindicar al protagonista, un Joel Courtney que está igual de estupendo que el niño aquel llamado Henry Thomas. Claro que los niños pueden ser buenos actores...

Todo eso, la atmósfera, el reparto infantil, la fantasía, remite a Spielberg y a aquel cine de los 80. Y después está, claro, el toque de Abrams, un cineasta moderno que no deja de demostrar sus valores. Es, posiblemente, el mejor director-guionista del cine actual, sólido en ambas facetas, y que, como restaurador de las viejas pelis en formato super 8 de Spielberg, estaba destinado a asociarse al maestro para engendrar algo así.

No nos podía fallar. El binomio es excelente, y la mano de los dos se nota. De la de Spielberg he hablado bastante. De Abrams tenemos el bicho (que nos recuerda tímidamente a Monstruoso) y ese buen tono de expediente X mejorado que estamos disfrutando en Fringe. Y, por supuesto, el increíble ritmo narrativo que ya vimos en su Star Trek.

No quiero hablar mucho acerca de lo que ocurre en la trama, porque no quiero soltar spoilers y porque no le he visto lagunas destacables. Me falla muy poquito en Super 8. Pero no soy objetivo. Quien lleve tiempo leyéndome sabrá qué significa E.T. para mi, y todo aquel buen cine de la época. Lo mejor es que, dentro de veinte años, muchos niños de hoy serán cinéfilos blogueros gracias a esta nueva película-icono. Alguien dijo alguna vez que la patria de un hombre es su infancia. Pues mi infancia, y mi patria, y mi vida, están en pelis como E.T. o Super 8.

Mi puntuación en IMDb:9.

Ficha en IMDb

1 comentario:

  1. Hola, me encanta tu blog y suelo leer tus criticas porque normalmente mi opinion se parece mucho a la tuya. Asi, puedo saber de antemano si una pelicula va a gustarme o no.

    [Spoilers]
    Pero en este caso no puedo estar mas en desacuerdo contigo, supongo que sera porque yo sí soy mas objetivo (E.T. me pillo demasiado joven para enterarme bien de lo que pasaba y, por tanto, para que me marcara como a ti), y tengo que decir que la pelicula no le llega ni a la suela de los zapatos a E.T.
    La actuacion de los niños es muy buena y la escena del descarrilamiento del tren impresiona, pero para mí esto es lo unico que salva la pelicula de ser un autentico bodrio (y la ambientacion dirias tu).
    Abrams repite lo mismo que ya uso en Monstruoso de no enseñar al monstruo hasta el final, lo que le fallo tanto entonces como ahora. Hay maneras menos cutres de vacilar al espectador. Siempre usa la misma tecnica: aparicion del bicho, parece que se ha ido (aqui tienes que estar en tension, como si no supieses lo que iba a pasar) y de pronto ¡Ah!, reaparece para llevarse consigo a algun extra. No sorprende a nadie.
    La historia de los policias/militares ya es de comedia: vale que al ser el padre el que se queda al mando sea el quien tenga que tomar las riendas de la comisaria de policia, pero no es logico que lo resuelva todo en plan commando el solo.
    Y ya la escena donde perdi todo el interes fue cuando los niños corretean por el pueblo, mientras los militares se dedican a dispararse unos a otros (¿¿alguien me explica porque uno disparaba de izquierda a derecha y otro al reves?? si ahi no habia nada) y, siempre, casi reventar el jeep/tanque de el de enfrente con un misil que va haciendo circulitos en el aire. Supongo que se pensaban que todo el mundo en ese momento estaria comiendose las uñas mirando a los niños y no prestariamos atencion a lo absurdo de la escena.
    Ya para terminar: la escena final, donde J.J.Abrams y (me duele decirlo) Spielberg intentan emocionarnos de una manera muy patetica. Se piensan que le hemos cogido al monstruo el mismo cariño que a E.T. (cuando uno solo levantaba el dedo y el otro descuartiza lo que se le ponga por enmedio, me da igual el motivo, por muy bueno que fuera) y copian el final de una manera desastrosa, con objetos metalicos que salen volando y otros, a saber porque, no (por ej. cuando ya estaba la nave formada, antes de explotar el contenedor de agua, se ve a un militar con su rifle en las manos). Y el intento de momento emotivo cuando deja ir su colgante como imagino diciendo "tu me has ayudado a superar su perdida", sin ningun sentido, mas sabiendo que el colgante no se va con el alien, si no que se queda pegado ahi con el resto de objetos metalicos y despues se quedara por ahi tirado.

    Ciertamente, me ha decepcionado enormemente esta pelicula, Me fui de la sala indignado y, hacia muchisimo tiempo, que no me aburria en el cine y eso que voy mucho.

    P.D: Perdonar que no use tildes, pero me parece muy pesado ponerlas en el ordenador. En proximos comentarios, que no me alteren tanto, las usare.

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