Spectre

Pocas veces una película me ha provocado sensaciones tan contrapuestas. Spectre es, para mi, un “sí pero no” descomunal, un “quiero y no puedo” gigantesco. La sensación agridulce todavía me dura, varios días después de haberla visto. En los siguientes párrafos trataré de explicarlo, pero, para concretar un poco, puedo comenzar diciendo que me ha gustado un poco menos que Skyfall y bastante más que Casino Royale y Quantum of Solace…

 

He sentido, por momentos, que estábamos ante el mejor Bond nunca visto. Spectre tiene, en mi opinión, la mejor primera hora del personaje en el cine. Y mira que yo me he divertido con Bond en el cine, con todos ellos, con Connery, Lazenby, Moore, Dalton y Brosnan. Pero esos primeros sesenta minutos de Spectre son, sencillamente, espectaculares. Me chiflan porque es la primera vez tras cuatro pelis que me creo a Daniel Craig en la piel del personaje. Pero además disfruto con todo lo que siempre fue Bond: la acción, los gadgets, las chicas, el sarcasmo…

Y, por supuesto, el villano. No destriparé nada, pero a nadie que conozca un poco la saga sorprenderá la verdadera identidad de Christolph Waltz en Spectre…Me gusta su aparición, y creo que la escena en Roma, con la reunión de la organización criminal es sencillamente magistral.

Profundizando más, creo que esa primera parte de esta nueva peli es estupenda porque aúna las pretensiones de evasión de aquellas primeras pelis con la autoría de un Sam Mendes que, sin duda, es mucho más cineasta que los artesanos Terence Young o John Glen. La primera secuencia, en México, es quizás la mejor demostración. Un plano secuencia increíblemente rodado, en el que no falta la seducción, la licencia para matar, ese chascarrillo macarra…

Después llega el bajón. Y un bajón de los que duelen. La segunda parte de Spectre echa por tierra las esperanzas de quienes pensábamos que estábamos viendo la mejor peli de 007 jamás hecha. Los motivos son varios.

Hay un problema de guión exagerado. Es como si tras la revelación de la identidad del villano todo careciera de sentido. Se acelera el ritmo de la historia y también la sensación de que faltan cosas, de que algo se ha quedado en la sala de montaje (puede que no hayan querido alargar más una peli que dura 148 minutos, la más larga de las protagonizadas por Craig). De repente no sabemos el motivo por el que el malo tortura a Bond, ni cuál es exactamente su maligno plan.

Además Daniel Craig es menos Bond, la expresión final de Dave Bautista (una especie de Tiburón para la nueva era) no pega ni con cola y todo parece casual, forzado…En ese sentido, ocurre algo radicalmente distinto a lo que ocurría con Skyfall, que terminaba juntando piezas para componer una estructura más homogénea, coherente y satisfactoria.

Es una pena, como decía antes, porque la cosa apuntaba muy bien. Skyfall es mi peli favorita de Craig, a la altura de mis favoritas de toda la saga, Goldfinger, Octopussy, Panorama para matar y Licencia para matar. Spectre entra en el top, pero podría haberlas superado a todas.

Ignoro el rumbo de la franquicia a partir de ahora. En mi opinión, este Bond no merece un reboot, porque se han puesto los mimbres para seguir con el actual universo de 007. Es cierto que Daniel Craig ha dicho que no quiere seguir, pero hay motivos para simplemente poner a otro y no cambiar más cosas. Ojo, que con esto no digo que la cosa sea así de fácil, pero creo que hay un buen M, un muy buen Q, un villano renacido con el rostro de uno de los mejores actores de la actualidad y una organización criminal que debería de proporcionar nuevos y malévolos planes de dominación mundial.

La valoración final es buena, pero podría haber sido mucho mejor.

 

Mi puntuación en IMDb:8.

 

http://www.imdb.com/title/tt2379713/