El declive de M.Night Shyamalan como cineasta es uno de los
más acusados que recuerda quien esto escribe. Justo es reconocer que empezó de
forma triunfal acuñando un sub-género que difícilmente podía mantener por mucho
más tiempo: peli de suspense con sorprendente giro final. Aquello tenía fecha
de caducidad, y el personal, llegado un momento, estaba ya haciendo apuestas
desde el minuto uno de metraje sobre qué diablos pasaría al final. Y el bueno
de Shyamalan cambió de registro. Y se estropeó.
A mi me gustaba todo aquello. Sé que ni Señales ni El bosque
fueron recibidas con el mismo entusiasmo que El sexto sentido y El
protegido, pero yo, aun asumiendo que aquéllas dos primeras eran mejores,
también disfruté con las dos siguientes. Todo lo que vino después, un destacado
vuelco estilístico y argumental, fue mucho peor…
El primer episodio de la correcta serie Wayward Pines fue una modesta manera de volver al género del
suspense. Y se confirmó que quizás sea el bueno de Shyamalan un cineasta
incapaz de despegarse de dicho género. La
visita nos devuelve, por momentos, al mejor Shyamalan, aunque globalmente
carezca de la enjundia de sus mejores películas.
Me daba miedo volver a padecer esa forma de contar una
historia a través de las grabaciones cámara en mano de uno de los protagonistas.
Dicha técnica se puso de moda hace unos años, con mejor resultado en España (Rec) que en Hollywood (Monstruoso). En mi opinión, el hecho de
depender de la supuesta grabación de uno de los personajes limita mucho la
puesta en escena, los encuadres, y sirve sólo como excusa para ahorrar costes.
En La visita el uso de la steady cam
se usa de manera mucho más inteligente, no molesta, e incluso permite
justificar ciertas licencias en el guión.
El punto de partida es muy simple. Estamos ante la típica
historia de terror en la que dos recién llegados lo pasan mal. El cineasta
hindú se aprovecha de esa premisa tan trillada para brindarnos un relato breve
de miedos pueriles, en el que inserta un inteligente giro de guion que termina
por dar mucho más sentido a la historia. Es cierto que aparentemente estamos solamente
ante la peripecia de dos chicos para desentrañar los secretos de unos abuelos
misteriosos, pero finalmente habrá algo más, gracias un libreto afinado, en el
que quizás sobren veinte minutos de metraje. En ese sentido, quizás La visita hubiese funcionado todavía
mejor como un episodio de una de aquellas series míticas de terror, como La hora de Alfred Hitchcock o Dimensión
desconocida.
Lo mejor es la sensación que transmite. Con esta peli
Shyamalan vuelve a provocar miedo, aunque para ello utilice herramientas mucho
más convencionales que en sus primeros éxitos. Abandonado el recurso del final
sorprendente, lo que le queda es valerse de un diseño de producción acertado
(la casa de los abuelos resulta realmente terrorífica), de un reparto estupendo
(mención especial para esa abuela rarita…) y del mencionado recurso de la
cámara en mano, que aquí, como decía antes, sí funciona. Y, además, el tono
cómico aportado por el chico no molesta, como en principio podría temerse
vistas las primeras escenas.
No es fácil la tarea de Shyamalan. Quizás La visita le sirva para desprenderse de
esa necesidad auto-impuesta de sorprender al público a golpe de guion. Puede que
ahora empiece la segunda parte de su carrera como director de cine de género,
una etapa en la que lo llamativo sea la atmósfera, el diseño de producción, la
puesta en escena y la dirección de actores, todo ello aderezado con unos
cuentos sustos bien insertados en el metraje.
De todo ello hay en La
visita, la peli que vuelve a demostrar que estamos ante un cineasta
estupendo, algo que habíamos olvidado con cosas como Airbender o After Earth…
Mi puntuación en IMDb:8.
Es lo mejor que ha parido Shyamalan desde "El bosque", no es ninguna obra maestra, pero por lo menos sí resulta un film entretenido, con una buena atmósfera y llega a dar miedo. Y como dices, los golpes de humor no desentonan con el conjunto. Espero más films así del director.
ResponderEliminarSaludos.