Todo comenzó allá por 1982, cuando una madre llevó al cine a su hijo de 6 años por primera vez. En uno de aquellos cines de antes, de pantalla enorme, se proyectaba E.T., y, desde aquel día, aquel niño descubrió una indescriptible necesidad por repetir la experiencia, una y otra vez...

miércoles, 12 de octubre de 2011

Mientras duermes

Alguna consecuencia buena tenía que provocar mi nueva situación laboral en lo referido al cine. Menos tiempo para ir a las salas, menos tiempo para escribir, pero la oportunidad de asistir a actos como el preestreno de producciones esperadísimas. Mientras duermes es la nueva peli de mi admirado Jaume Balagueró, que se estrena este viernes, y yo he podido verla ayer martes. Y antes de hablar en profundidad de ella, puedo ir avanzando que me juego una cena con quien quiera apostar, a que entre 2013 y 2014 tendremos en las salas una peli americana de suspense-intriga-terror sobre un conserje psicópata de una curiosa comunidad de vecinos. Así de buena, comercial y vendible es esta genial película del director de [REC].


Ya advierto que voy a escribir maravillas sobre Mientras duermes. Puede que caiga en la exageración a la hora de glorificarla, producto de mi estima hacia el cineasta y de mi predilección por el cine de género. Pero creo que, sinceramente, estamos ante una de esas pelis imprescindibles para que el cine español suba un peldaño en su consideración internacional, y, lo que es más importante, en la concepción que el propio público patrio tiene de él.

Es cine de intriga, género que aunque poco, también se hace aquí. Tiene algo de puritito cine de terror, senda que algún valiene cineasta español atraviesa de cuando en vez. Pero, por encima de todo, Mientras duermes es una excelente película porque cuenta con algo más inusual: un guión extraordinario, impecable, redondo.

Más adelante hablaré de Balagueró. Antes quiero hacer justicia con Alberto Marini, guionista de uno de los bodrios más lamentables del último cine español, Romasanta, que aquí se ha desquitado con creces. Su libreto para Mientras duermes recoge innumerables fuentes de inspiración al mismo tiempo que propone una trama repleta de detalles y aspectos novedosos. Ha mezclado El quimérico inquilino con Historias de una escalera, con ese tapiz de personalidades oscuras, perversas, cómicas y excéntricas que ha de cohabitar en cualquier comunidad de vecinos.

Y ya puesto, se ha permitido el lujo de parir a otro de esos personajes irrepetibles en nuestro cine, al que, como con el Malamadre de Celda 211, Luís Tosar ha elevado a niveles estratosféricos. Ahora una de esas exageraciones de las que hablaba antes: el conserje César es nuestro Norman Bates. Más espabilado, quizás, menos bobalicón, pero igualmente sádico y con ese referente materno que allí era más terrorífico y aquí más dramático.

Tosar está enorme, y aprovecha, como viene haciendo, estos regalos que le caen de nuestros guionistas más inspirados. También resulta interesante el personaje de la chica, al que Marta Etura, estupenda, fresca y talentosa actriz, dota de una personalidad acusada e importante. Y no quiero olvidarme de los pertinentes perfiles secundarios, desde esa niña chantajista hasta la señora de los perros, pasando por el cabrón jefe de César, interpretado por el actor fetiche de Balagueró, Carlos Lasarte. Buenos personajes insertos en una historia escandalosamente buena.

Y Balagueró pone la guinda, o, mejor, lo cocina todo con la competencia máxima. Para mi lo mejor de Mientras duermes es que supone el regreso del director al estilo y atmósfera de su ópera prima, Los sin nombre, que yo considero, sin lugar a dudas, una de las mejores películas de terror de la historia de nuestro cine. Vuelve ese miedo contenido, ese ambiente claustrofóbico que se mantiene desde el primero hasta el último minuto de metraje. Da igual que se trate de la presentación de los personajes, de escenas clave, del nudo o del desenlace. Balagueró imprime, como en aquella primera peli, un ritmo aterrador, y, de propina, como en Los sin nombre, nos obsequia con otro final terrorífico e impactante, y, lo que es mejor, absolutamente coherente con todo lo qe nos ha contado antes. Pero siendo justos, y hablando de terror, no alcanza a aquel pavoroso desenlace de Los sin nombre, algo comprensible porque el horror de aquélla superaba sin duda al de ésta.

A nadie escapa, entonces, que considero que Mientras duermes es una película soberbia. En lo que va de entrada he alabado el guión, las interpretaciones y la dirección. Todos los aspectos están cuidados, y me atrevo a decir que estamos ante los mejores niveles que han alcanzado todos y cada uno de los responsables de la peli.

Para terminar, no quiero olvidarme de un nombre mucho menos mediático pero imprescindible en el éxito de calidad artística (el de público habrá que esperar para comprobarlo). Julio Fernández es un veterano productor, paisano mío, y responsable de buena parte del cine de género que se viene filmando en nuestro país en los últimos veinte años, a través de la añorada Fantastic Factory o de Filmax, un productor de la vieja escuela que se juega su pasta en cada peli, y que cuenta con el fundamental sexto sentido a la hora de confiar en nuevos valores.

Lo mejor de la cartelera actualmente es español. No he visto La piel que habito, pero No habrá paz para los malvados es una estupenda película y Mientras duermes es casi una obra maestra. De verdad.

Mi puntuación en IMDb:9.

Ficha en IMDb

3 comentarios:

  1. Pues me das una de cal y una de arena. Pero bueno, veo que por lo menos voy mejorando... Alberto M.

    ResponderEliminar
  2. Una pena que precisamente hoy me haya decantado por 'Contagio' en vez de por esta peli tan prometedora. Cuán arrepentido me hallo...

    ResponderEliminar
  3. De las mejores pelis españolas estrenadas este año. Muy buena peli, se ve que te ha gustado mucho

    ResponderEliminar