Todo comenzó allá por 1982, cuando una madre llevó al cine a su hijo de 6 años por primera vez. En uno de aquellos cines de antes, de pantalla enorme, se proyectaba E.T., y, desde aquel día, aquel niño descubrió una indescriptible necesidad por repetir la experiencia, una y otra vez...

jueves, 10 de marzo de 2011

En tiempo de brujas

Con motivo de la crítica de destino oculto, decía que Matt Damon escogía bien sus proyectos. He aquí el caso contrario, la antítesis, en la figura de un Nicolas cage ganador del Óscar en 1996 por Leaving Las Vegas y sumido desde entonces en una vorágine de decisiones comercialoides que le han convertido casi en una caricatura, en un bufón al servicio de abultados presupuestos que albergan la misma esencia cinéfila que la que podríamos meter en un dedal. En tiempo de brujas no es una maravilla, pero al menos mejora lo visto en bodrios anteriores del actor.


Lo mejor de la propuesta, si tomamos como referencia, por ejemplo los últimos trabajos de Cage, El aprendiz de brujo o las dos entregas de La búsqueda, es la ausencia de ese corsé que supone la presencia de Disney en la producción, lo que implica ese tono políticamente correcto y cierto tufillo a buenismo censor. En tiempo de brujas no esconde lo más desagradable de la época en la que se ambienta, esa Edad Media en la que se cometieron las tropelías más abominables. Se nos muestra la sangre, los efectos devastadores de la peste y, por supuesto, la cara más detestable de una Iglesia que en nombre de Dios cometió los más sangrientos crímenes.

Y de propina, Nicolas Cage evade el histrionismo y la exageración, características que habían marcado buena parte de sus trabajos recientes, que terminaban por condicionar negativamente sus proyectos. Aquí está más contenido, más centrado, mejor...Y compone una pareja solvente con un Ron Perlman que parece tener dificultades para encontrar papeles tras el de Hellboy, algo injusto teniendo en cuenta que estamos ante una de las presencias más carismáticas e imponentes del cine actual.

La historia no es especialmente destacable. Se nos cuenta la típica aventura de espada y brujería, sencilla, sin un derroche de medios que sí había en trabajos menos afortunados de sus protagonista, aunque con cierta trampa en su desarrollo. Dando por hecho antes de ver la película que nos encontraríamos con algo muy alejado, por ejemplo, de El crisol, tampoco se contaba con asistir a una sesión de presencias demoníacas, especialmente en el último tramo de la cinta. Tenemos acción, brujería, y, como decía antes, un tono oscuro y tétrico que siempre se agradece.

Dominic Sena no se aparta mucho de la línea mostrada en su filmografía. Se trata de un cineasta menor, aseado, que no molesta pero que no enamora. Kalifornia, 60 segundos o Swordfish, son, como ésta, películas correctitas, que se ven sin problemas, aunque carezcan del empaque propio de los grandes directores. Pero sí se detecta cierta pericia en el manejo de las estrellas, a las que no permite que acaparen más de lo deseable. Cage, aquí, como antes en 60 segundos, o como Brad Pitt o Hugh Jackman en Kalifornia y Swordfish, se integra como uno más, sin querer situarse por encima de Perlman, o incluso mostrando la reverencia pertinente al lado de una leyenda como Christopher Lee, en un papel pequeño pero de gran calado.

Es éste un cine siempre interesante, aunque En tiempo de brujas se quede lejos de las mejores del género. Yo siempre me lamentaré de que aquel proyecto supuestamente titulado Las Cruzadas, con dirección de Paul Verhoeven y protagonismo de Schwarzenegger no viese finalmente la luz. Cage al menos sale indemne, y se muestra creíble como caballero medieval en una epopeya que podría haber sido mejor, pero que no indigna como El Motorista Fantasma, Bangkok Dangerous o Next. Vamos Nic, tú puedes, escoge bien...

Mi puntuación en IMDb:6.

Ficha en IMDb

No hay comentarios:

Publicar un comentario