Todo comenzó allá por 1982, cuando una madre llevó al cine a su hijo de 6 años por primera vez. En uno de aquellos cines de antes, de pantalla enorme, se proyectaba E.T., y, desde aquel día, aquel niño descubrió una indescriptible necesidad por repetir la experiencia, una y otra vez...

miércoles, 6 de abril de 2011

Farley Granger (1925-2011)

Tengo que quitar el polvo al DeLorean con más frecuencia, que con tanto uso...A ver, un trapo por aquí, por allí...y listo. Voy a meter las coordenadas para el viaje de hoy...A ver...fecha, lugar...Condensador de Fluzo, niveles de plutonio correctos...vamos allá. Bueno, perdonad, que no os he explicado: hoy viajamos hasta un día de un año de finales de los 80, hasta un domicilio en donde un jovenzuelo está viendo una peli que emiten en la tele. Creo que la peli es buena, y me da que el chaval se lo está pasando bomba...Venga, vamos, !sube, Copernico!

Descubrí a Farley Granger en dos películas, dos maravillas de uno de los mejores cineastas de la historia que, sin embargo, no figuran entre sus mejores obras, así que imaginaos la grandeza del tío. Más de una vez he añorado en el blog aquellos ciclos que TVE dedicaba a determinados directores durante los últimos 80 y los primeros 90. Yo, siendo crío, disfruté sobre todo dos: los dedicados a Fritz Lang y a Alfred Hitchcock.

Granger trabajó con Hitchcock en dos películas inolvidables para mi: Extraños en un tren y La soga. Y encarnó en ambas a un personaje muy similar, era el bueno de la peli, el honrado, honesto e íntegro, el que se veía inmerso en una trama criminal casi sin quererlo. Farley Granger se quedó en mi memoria cinéfila como un pequeño Gregory Peck, como un buen tipo que interpretaba a buenos tipos. Creo que no volví a verle en ninguna peli más, y de hecho no recuerdo su presencia en aquel bodriete protagonizado por Madonna titulado Algo casi perfecto, supongo que por los estragos del paso del tiempo, causantes de un cambio físico que le alejó del porte de galán con el que yo le recordaba.

Bueno, hemos llegado, a ver si logro camuflar el DeLorean...A ver, la dirección...Sí, ahí está el chaval, está viendo una peli...Vaya, está viendo Extraños en un tren, esa magnífica adaptación de la novela de Patricia Highsmith que hizo Hitchcock...Qué bien estaba ahí Farley Granger, que acordaba un plan con el perturbado  Robert Walker para intercambiarse un asesinato, con el fin de que fuese imposible descubrir los móviles de los crímenes...Qué maravillosa peli. Bueno, volvemos a nuestra máquina del tiempo, a la segunda fecha...

Ahí está, el mismo chaval, viendo otra peli...Vaya, a este crío le gusta Hitchcock, está viendo La soga...Aquí Farley Granger era otra vez manipulado por un chiflado para cometer un asesinato. esta vez el loco es John Dall, que convence a Granger para matar a un tipo y ocultarle en un bahúl...Pero no contaban con el sagaz Jimmy Stewart. Qué tiempos aquéllos en las que se emitía tan buen cine. Qué suerte la de este chico, que lo disfrute, que en unos añitos la tele cambiará a peor...Bueno, tendremos que volver a nuestro tiempo.

Descanse en paz, Farley Granger...

Ficha en IMDb

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