Y llegó mayo, y con él los blockbusters, el comienzo de la temporada cinematográfica veraniega. Y, como el pasado año, Marvel se encarga de abrir el telón. Si entonces fue con Iron Man 2, ahora es el Poderoso Thor quien nos recuerda que ha llegado el sol y las enormes pelis taquilleras. Pero el resultado ha sido mucho más satisfactorio. Ya hace un año sostuve que la segunda entrega de las aventuras de Tony Stark era quizás la peor peli Marvel de empaque (me refiero a aquéllas que se escapan al cutre aroma de los Punisher, Elektra, Cuatro Fantásticos o Motorista Fantasma). Pero Thor está muy bien, y, lo mejor, hay mucho Kenneth Branagh en ella. Bien.
Podría haber ocurrido lo que yo al menos me temía. Podría haber ocurrido que el shakespeariano director se hubiese limitado a manejar presupuesto y estrellas sin dejar su impronta. Pero una palabra define a la perfección la primera hora de metraje de Thor: intensidad, exactamente lo que había en Enrique V, o en dos pelis del director injustamente tratadas, su versión de Frankenstein o el incomprendido thriller Morir todavía. Branagh hace suyo el proyecto, a lo que sin duda ayuda toda esa idiosincrasia del personaje perfectamente reflejada en el guión: las intrigas palaciegas, las pugnas entre dos vástagos por heredar un trono...Ahí el rubio cineasta se maneja con soltura, y le importa un bledo que tenga que trabajar frente a la pantalla azul.
Precisamente el guión es una baza fundamental. Hay séis guionistas acreditados, como suele ser habitual en estas enormes producciones, entre los que encontramos al reputado escritor de cómics John Michael Strazcynski, que han logrado llevar a la pantalla un mundo de fantasía épica medieval urbana, un popurrí de referencias populares que concuerda con lo que Stan Lee y Jack Kirby idearon hace cincuenta años. Y, como no podía ser de otra manera, continúa con el apasionante proyecto marveliano en el cine, que aparentemente culminará con la adaptación de Los Vengadores, que el gran Joss Whedon está rodando ya.
Ahí reside otra baza fundamental. Desde su concepción, Thor fue un elemento extraño en el universo superheroico marveliano. Ya no es que tuviese superpoderes, sino que procedía de un mundo distinto, de una dimensión apartada de la que concibió a todos sus compañeros de viñetas. Su condición de dios, de referente nórdico, le hacía distinto, por mucho que esa doble identidad como Donald Blake se intentase acercar a los demás.
Y todo ello se refleja sin fisuras en la peli. Lo que se nos mostraba con timidez en los Iron Man, todo el embrollo de SHIELD, la creación del supergrupo podría haber chocado con la presencia de un ser de otro mundo. Pero en Marvel han hilado fino, y han incluído al asgardiano sin aspavientos, con naturalidad, y les ha salido bien. Nos creemos al misterioso agente Coulson (estupendo el desconocido Clark Gregg) cuando informa de la llegada del héroe y de su martillo, en una escena que ya estaba en Iron Man 2. Nos creemos que todo va tomando cuerpo, a lo que ayudan detalles como la presencia de Jeremy Renner en una breve escena. En ese sentido, Marvel le lleva unos cuantos cuerpos de distancia a DC, que insiste con el relumbrón de los encargados de llevar al cine a sus personajes, sin continuidad argumental ni proyecto de universo. Y mira que me fastidia, siendo yo más de la Distinguida Competencia.
Como todo está atado y bien atado, no podía estar la cosa falta de talento interpretativo. Creo que Thor es la peli Marvel con mejor reparto, y es que al excelso nivel de Anthony Hopkins, Natalie Portman, Stellan Skarsgard o René Russo se añade la sorprendente soltura de ese saco de músculos que es Chris Hemsworth, espléndido en las notas de humor perfectamente insertadas. Y no hay que olvidar a los desconocidos, encabezados por un Tom Hiddleston que hace de Loki el perfecto villano ansiado por Branagh.
Thor es un divertimento, un entrañable retorno a los gloriosos sesenta, cuando surgió todo este universo que el cine está haciendo suyo a pasos agigantados. Y, antes de que me olvide, yo la he visto en 2D, y me lo he pasado bomba.
Finalmente, que alguien me diga si hay un cameo mejor de Stan Lee que éste. Yo no lo recuerdo.
Mi puntuación en IMDb:7.
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