Todo comenzó allá por 1982, cuando una madre llevó al cine a su hijo de 6 años por primera vez. En uno de aquellos cines de antes, de pantalla enorme, se proyectaba E.T., y, desde aquel día, aquel niño descubrió una indescriptible necesidad por repetir la experiencia, una y otra vez...

jueves, 5 de mayo de 2011

Código fuente

Estoy, ocupadísimo, pero estoy...Y vuelvo con una estupenda peli que avanza un paso más en el trillado tema de los viajes en el tiempo.Mira que han dado juego en el cine, y el que darán. No es momento de entrar en las incongruencias y obstáculos argumentalmente insalvables que presentan los Regreso al futuro o los Terminator, pero lo cierto es que la ciencia ficción se ha nutrido de pelis inolvidables en las que personajes interesantes saltan de época. Código fuente nos presenta a alguien que da un saltito, pequeño, pero relevante en una historia original y entretenida.



Hay carreras que parecen escritas, filmografías que emprenden una trayectoria inevitable, como si lo desmostrado en una ópera prima o en una segunda peli aún primeriza mostrasen al cineasta un camino repleto de baldosas amarillas. Ocurre siempre con el cine de género, y, de la misma forma que Abre los ojos parecía la consecuencia directa de la Tesis de Amenábar, o los Batman el salto pertinente en la carrera de Nolan, este Código fuente es hijo directo de aquella curiosidad llamada Moon, ópera prima de un Duncan Jones dispuesto a demostrar que es mucho más que el hijo de David Bowie.

Queda claro, ya, el tipo de cineasta que es Jones. Se adscribe a la ciencia ficción, y parece mostrarse cada vez más audaz a medida que los dólares aumentan en los presupuestos de sus pelis. A falta de una tercera peli que lo confirme, tenemos a un director interesado por las historias que cuenta, preocupado porque un terreno tan delicado no se derrumbe con algún gazapo de guión. Código fuente ha sido comparada con Atrapado en el tiempo, supongo que con ansias de lanzarse a lo fácil por parte de aquéllos críticos que sólo se quedan en la superficie de un proyecto radicalmente distinto. Y no ya por hablar de comedia frente a drama.

Porque estamos ante un drama de ciencia ficción. Se nos cuenta una historia triste, en la que alguien es escogido para realizar un pequeño viaje al pasado con el fin de solventar un terrible hecho. Las razones por las que Duncan Jones, y, sobre todo, el guionista Ben Ripley se apartan de un cine anterior susceptible de ser comparado con éste no pueden ser expuestas aquí sin implicar spoilers, así que quien quiera descubrirlas tendrá que ir al cine. Sólo puedo apuntar que son detalles afortunados, originales y sorprendentes.

Lo cual no implica, ojo, que la cinta sea impecable en cuanto a ausencia de errores. Yo, que no me caracterizo por mi audacia a la hora de descubrirlos, y que me dejo llevar por la magia del cine, he captado alguno. Pero la habilidad de Duncan Jones es destacable, y suficiente para componer un ejercicio de ciencia ficción interesante. También había fallos en Moon, pero allí el contexto argumental no permitía obviarlos.

La película sirve, además, para confirmar a Jake Gyllenhaal como un todoterreno fiable del cine actual,  capaz de funcionar en comedia, drama o cine de género. Pero, sobre todo, para que Duncan Jones sea uno de esos cineastas a seguir en los próximos años. Tiene cosas de Kubrick, de aquel Ridley Scott debutante, e incluso del gran Robert Wise. Código fuente me ha gustado mucho.

Y mañana más...Coño, ¿quién se habrá dejado aquí este martillo...?

Mi puntuación en IMDb:8.

Ficha en IMDb

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