Todo comenzó allá por 1982, cuando una madre llevó al cine a su hijo de 6 años por primera vez. En uno de aquellos cines de antes, de pantalla enorme, se proyectaba E.T., y, desde aquel día, aquel niño descubrió una indescriptible necesidad por repetir la experiencia, una y otra vez...

domingo, 15 de mayo de 2011

Fast & Furious 5

Universal Pictures se agarra a esta saga como a un clavo ardiendo, tal y como hará en breve con la de Bourne, que espera resucitar para poder seguir compitiendo con las otras majors en la batalla de las franquicias. Le está saliendo bien, teniendo en cuenta las buenas cifras de esta quinta peli sobre coches tuneados en las taquillas. Otra cosa, claro, es que a gente como a mi, poco exigente con los blockbusters, le convenza esta burda manera de ganarse al público. No son las megaproducciones las pelis más indicadas para disfrutar con guiones potentes o interpretaciones de Óscar, pero esta saga ofrece mucho menos que aquéllas contra las que compite.



La cosa empezó en 2001, con A todo gas, traducción española que se ha ido perdiendo con la llegada de sus secuelas. He de decir que no la vi, se me pasó en el cine y siempre me ha quedado pendiente, y supongo que es, cómo no, la mejor de todas. He ido viendo las secuelas, dando por hecho que no sería imprescindible haber visto la primera. Todas son realmente flojas. Ahora Fast & Furious 5 ofrece un poquito más, una mínima dosis de interés añadido, gracias, sobre todo, a un par de escenas espectaculares (el salto de Walker y Diesel al río montados en el coche es, sin duda, lo mejor de la saga) y a un intento por variar de género que no ha terminado de cuajar.

Han intentado dar un volantazo al asunto. Claro que hay coches impactantes, chicas buenorras y escenas vibrantes, pero los encorbatados ejecutivos de Universal han pensado que había que adentrarse en el género de los atracos, con poca fortuna. Estamos ante una cutre versión de Ocean's 11, con un grupo de personajes poco carismáticos si les comparamos con el gran Danny Ocean y su troupe. Buscan dar un gran golpe, justo después de haber ofrecido al respetable lo que éste había ido a buscar al cine.

Por tanto, tras una hora de metraje, tras las pertinentes escenas de velocidad, llega el momento del plan. Y aquí nada funciona, aunque yo, al menos, me quedo con el intento. Fast & Furious 5 me ha gustado un poquito más, por esas nuevas intenciones y, por supesto, por la presencia de The Rock, que asegura más ostias indecentes con Diesel en futuras entregas, en un duelo de calvos cachotas inigualable en el cine actual.

Pero no hay mucho más. Del reparto, los compañeros habituales de Vin Diesel hacen lo de siempre, aunque la inexpresividad de Paul Walker se incrementa en cada entrega. La Pataky cumple, y volvemos a ver al gran actor Joaquim De Almeida en ese papel que siempre le ofrecen en Hollywood, el de mafioso latino del que tan harto estará pero que tanta pasta le ha hecho ganar.

Tendrá sus seguidores, que la disfrutarán de lo lindo. Yo creo que no puede ser tan difícil parir un producto como éste con algo más de chicha, para enganchar al espectador que pasa de alerones y bugas cañeros. Lo del atraco se agradece, en mi caso más si cabe, por mi predilección por el género. Pero, aprovechando que la acción se desarrolla en Rio de Janeiro, les diría a los de Universal, y a los guionistas a los que contratan, aquello de menos samba, e mais trabalhar...

Mi puntuación en IMDb:4.

Ficha en IMDb

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