Todo comenzó allá por 1982, cuando una madre llevó al cine a su hijo de 6 años por primera vez. En uno de aquellos cines de antes, de pantalla enorme, se proyectaba E.T., y, desde aquel día, aquel niño descubrió una indescriptible necesidad por repetir la experiencia, una y otra vez...

sábado, 14 de mayo de 2011

Fringe (3ª temporada)

Aquí andamos otra vez. El pasado viernes concluyó en los USA la emisión de la tercera temporada de Fringe. Desde que empecé con el blog, hace algo más de tres años, cuando comento una temporada de una serie añado en el título de la entrada la coletilla ...y balance final, siempre que se trata de la última, cuando la serie en cuestión llega a su fin. Temía que esta entrada tuviese que incluír esa coletilla, pero, afortunadamente, no es necesario. Fringe ha sido renovada. Excelente noticia...



Esta tercera temporada puede ser calificada, ante todo, como intensa. Vale,si algo ha sido Fringe es intensa desde aquel inolvidable piloto en el que un terrible secreto se escondía en un avión que aterrizaba sin supervivientes. Pero hemos tenido una importante diferencia, que ha contribuído a que esos niveles de intensidad se incrementasen. Y es que buena parte de la acción se ha desarrollado a caballo entre esas dos realidades que han configurado una trama genial. Durante muchos capítulos hemos olvidado los casos particulares para que nos inyectasen en vena a Waternative, a Bolivia, a la máquina ésa y a los primeros humanos (creo que se les llama así). Y, junto a todo ello, los nuestros, esos Walter, Olivia, Peter, Astrid, Phillip y Nina que conforman un dream team para todo amante de la ciencia ficción que se precie.

Fringe es, como sostuve en mis opiniones de las dos anteriores temporadas, un serial de ciencia ficción macanudo, una golosina para quienes nos despertábamos los sábados por las mañanas buscando en la tele historias así. Fringe ofrece misterio, drama, sutiles toques de comedia y, sobre todo, una atractivísima combinación de ciencia y ficción, como se desprende del género en el que se instala. Por todo ello, nos lo estamos pasando muy muy bien....

Mediada la temporada hubo malas noticias. La serie era trasladada a la noche de los viernes, justo lo que suele hacerse, parece ser, con las series amenazadas de calcelación. Pero afortunadamente la audiencia fue fiel y Fringe ha sido renovada. Y, como suele ocurrir en los productos del gran J.J.Abrams, lo que nos espera promete. Se han solentado misterios pero continúan abiertos muchos otros, a los que hay que añadir alguno nuevo...

La guerra entre los dos mundos se abrió. Ha sido un juego de gato y ratón, en el que Walternative parecía llevar la iniciativa...Ha habido un emocionante intercambio de Olivias, una buena dosis de observadores (ése es, en mi opinión, el misterio por excelencia, el que nos brindará emociones fuertes y sorpresas impactantes...). Ha vuelto el gran William Bell, aunque tuviésemos que conformarnos solamente con la voz de Leonard Nimoy. Hemos disfrutado de un episodio con la presencia de Christopher Lloyd, y es que quien sea un auténtico fan de Fringe sabrá que Regreso al Futuro ha sido siempre una referencia y una genial fuente de homenajes.

No sé si Fringe es mi serie preferida de siempre. Podría parecer una herejía, teniendo en cuenta que esas consideraciones parecen ser territorio vedado para las de HBO. Yo tengo mis reservas con esa supuesta excelencia de Los Soprano, The Wire, Boardwalk Empire y demás productos contrastados, pero ése es un tema que abordaré otro día. Desde luego, prefiero Fringe a Lost, y me cuesta encontrar una serie que me guste más. Fringe es aventura, ciencia ficción y, ante todo, un divertimento de primer orden.

Ahora tenemos por delante unos meses antes de volver a disfrutar con ellos. Mientras tanto, mirad a vuestro alrededor, porque puede que unos calvos misteriosos ataviados con sombrero os vigilen. Y si no los véis, es probable que estén igualmente.

Y en unas horas, un poquito de coches tuneados y chicas cañón...

Ficha en IMDb

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