The Damned United

El fútbol nunca ha sido tratado con justicia por el cine, que a su vez nunca ha encontrado la forma de mostrarle ante el espectador, quizás por las dificultades que supone filmar un deporte que se disputa en un recinto tan amplio como esos campos que acogen a veintidós jugadores. Al final resulta que la mejor peli sobre fútbol era Evasión o victoria, por mucha caña que le den los puristas. Pero para los ingleses el fútbol no es sólo una cuestión de vida o muerte, sino que es algo mucho más importante, y su cine se ha encargado de mostrarlo, a través de una historia real, la de un entrenador altivo, elegante, competitivo y algo deslenguado. ¿Os suena?

The Damned United es la historia de Brian Clough, el entrenador que puso patas arriba el fútbol inglés en los 70 cuando fue capaz de llevar al Derby County de la segunda división al título de campeón de la liga inglesa, cuando todavía no era conocida como Premier, para posteriormente ser fichado por el Leeds United, con la misión de continuar la racha dominante de Don Revie, técnico campeón que sería contratado como seleccionador. Éste es precisamente el aspecto que predomina en la cinta y en la historia: la rivalidad entre dos técnicos de distintas generaciones, dos caracteres radicales, dos personalidades explosivas.

Estamos ante una nueva muestra del talento británico del último lustro. Tras la cámara se sitúa Tom Hooper, ganador este año del Óscar por El discurso del rey, y como guionista tenemos a Peter Morgan, responsable de libretos fundamentales de los últimos tiempos, como los de El Último Rey de Escocia, The Queen o Frost/Nixon. Y, como ocurre en todo ese cine, actores en estado de gracia, intérpretes grandiosos, encabezados por un Michael Sheen a quien me referí no hace mucho cuando subí la opinión sobre Unthinkable. Sheen es un prodigio, un camaleón capaz de enfrentarse a cualquier registro, independientemente del tipo de proyecto, de las pretensiones o del tipo de rol. Se mete en la piel de Brian Clough como si fuese el mismísimo Brian Clough, aunque ninguno hayamos conocido al personaje real. Y lo mismo puede decirse de Colm Meaney, transmutado en Don Revie.

Hay muchos atractivos en The Damned United. La sensación general es de solvencia absoluta, como en todo ese cine facturado de manera impecable. Ya no es que nada esté mal, sino que todo está perfecto. Falta, quizás, la épica recurrente en toda producción de Hollywood que cuente una historia de superación deportiva, pero los ingleses no caen en eso, afortunadamente. Son rigurosos, respetuosos con la historia real que cuentan, sin olvidar ese ritmo atractivo, nunca aburrido, el mismo, por otra parte, que disfrutábamos en películas como The Queen o El discurso del rey. Y, de propina, tenemos unas escenas futbolísticas hábilmente rodadas, que nos remiten a aquel fútbol setentero, con los jugadores tímidamente barrigudos, la indumentaria ajustada y las melenas al viento. Era otra época, otro balompié.

Me atrevo a decir que estamos ante la mejor peli de fútbol nunca hecha. No era difícil, pues lo poco hecho antes carecía de empaque. Pero el cine británico es capaz de eso y de mucho más. Nos están regalando cine basado en las claves que hiceron grande al séptimo arte: actores, historias y cineastas sobrios dispuestos a ceder protagonismo.

Creí que hoy sería un buen día para subir esta crítica. Siempre me ha asombrado la capacidad del fútbol para anestesiar a la sociedad, para hacer que la gente se olvide de los evidentes problemas que, ahora más que nunca, se manifiestan. Esta noche habrá mucha menos gente preocupada por el paro, o por cualquier circunstancia que, sin duda, le hará perder algo de sueño ya el jueves. Pero hoy hay un partido de fútbol. De fútbol trata The Damned United, la historia de un entrenador desconocido para quienes no somos fanáticos, pero al que pronto descubrimos como el indudable precursor de Mourinho. Tipos talentosos, interesantes, líderes, chulos y provocadores, susceptibles de protagomizar películas tan estimables como ésta. Algún día veremos una peli sobre Mou.

Y, por cierto, yo voy del Madrid.

Mi puntuación en IMDb:7.

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