The Mechanic

Remake de una peli protagonizada por Chales Bronson en los 70, que no he visto, The Mechanic confirma a Jason Statham como la más rutilante estrella del cine de acción actual. Y por "cine de acción" me refiero, exactamente, a lo que él hace, películas de limitado argumento en las que sólo importan las ostias como panes, los tiros y las acrobacias imposibles. Considero importante la matización, porque el concepto de la acción en el cine es muy amplio, y podemos ver siempre escenas trepidantes en multitud de géneros, desde el cine de aventuras al de superhéroes, pasando por el thriller e incluso el terror. Pero el cine de acción, puramente dicho, es el que hace en la actualidad Jason Staham


Yo a este cine le pido muy poquito: un protagonista carismático y hábil en las peleas, escenas espectaculares y un malo malísimo, cuya maldad acentuada sea directamente proporcional a la crueldad con la que el prota acabará con él. De todo ello había en películas divertidísimas de los 90, como The Glimmer Man o Blanco Humano, en mi opinión los mejores trabajos de los hoy olvidados Steven Seagal y Van Damme. The Mechanic cuenta con los dos primeros elementos, aunque en el tercero no va sobrada. Pero es suficiente para pasar un buen rato.

Pero en donde la cinta supera a muchas del género es precisamente en su protagonista. Algo tiene este calvo que le habilita para desenvolverse en este cine de manera ejemplar. Alejado ya de sus trabajos con Guy Ritchie, o de producciones de mayor enjundia en las que se veía encorsetado por pretensiones mayores (The Italian Job), Statham parece haberse instalado definitivamente en estas películas palomiteras que en 90 minutos no ofrecen más que acción y espectacularidad, más allá de otros aspectos. Su presencia en las sagas de Transporter y Crank demuestran esa predilección, que algunos denominarán encasillamiento, pero que yo, al menos, agradezco enormemente.Y es que aunque no me gustan nada las dos películas de la segunda saga, los tres Transporter y cosas como The Mechanic me provocan un enorme placer.

Es cierto, no obstante, que en esta película se modifica un poco el planteamiento. No estamos ante el típico ejercicio de duelo a muerte entre nuestro prota y el villano de turno, sino que tenemos una historia (por decir algo) también típica de aprendizaje y tutoría de un maestro sobre un aventajado alumno. Y funciona la conexión Statham-Ben Foster. El primero domina la escena, ya consolidado como referente. El segundo vuelve a mostarse como el mejor sucesor posible de Edward Norton, en esos papeles de inadaptado social rebelde (ya estaba inmenso en The Messenger, inédita aquí y por la que Woody Harreson fue nominado al Óscar el pasado año como actor de reparto). Donald Shuterland pone su granito de arrna como secundario y Tony Goldwyn, que ya estaba muy bien como malo en Ghost, está, quizás, algo desaprovechado. Esa trama de enseñanza y aprendizaje permite que disfrutemos con las entrañas del trabajo de asesino a sueldo, figura que siempre queda bien en el cine, y que aquí se expone mejor que en productos tan hábiles como las dos versiones de Chacal (mejor la primera que la segunda, claro) o aquel tour de force entre Stallone y Banderas titulado Asesinos.

Dirige Simon West, eficaz asalariado de los grandes estudios en cosas como Con Air, Tomb Raider o La Hija del General. No molesta, pone la cámara en donde debe y deja que fluyan las ostias y los tiros. Para eso le han pagado.

Me lo he pasado bien con The Mechanic. Me gusta Jason Statham, el digno sucesor alopécico de Bruce Willis en el cine de acción, un cine siempre despreciado, a veces incluso rechazado por lograr lo que todas las películas deberían: entretener.

Estaré unos días ausente, apatrullando la ciudad. El lunes volveré y os contaré cómo me ha ido...

Mi puntuación en IMDb:6.

Ficha en IMDb