Todo empezó con una lamparita, con un entrañable flexo que ha terminado por convertirse en la "i" de Pixar. Pocos, ni el propio John Lasseter, eran conscientes de la trascendencia que adquiriría aquel cortometraje. The Pixar story nos acerca al origen de esta maravillosa compañía, la verdadera fábrica de sueños del cine actual, la infalible, la que garantiza historias inolvidables, personajes carismáticos y, en definitiva, películas maravillosas. Así ha sido hasta ahora, y, el día que Pixar falle, habrá que seguir aplaudiendo.
Estamos ante un documental que se remonta a los orígenes de todo, que comienza por la trayectoria de un tipo que nunca pretendió lo que finalmente logró. Y no me refiero al éxito arrollador de la compañía que fundó. John Lasseter se convirtió, sin pretenderlo, en la puntilla para el maraviloso cine animado en 2D de toda la vida. es la consecuencia del talento, que eclipsa y se lleva por delante las técnicas tradicionales. El director Leslie Iwerks reflexiona sobre el hecho mientras nos cuenta qué se cocía en los despachos de Disney, atentos a las evoluciones de un enemigo con el que no tuvo más remedio que asociarse. De trabajar en un parque de atracciones de la compañía a poner en peligro su existencia. Lasseter sabía que la factoría del ratón Mickey se le quedaba pequeña, y trató siempre de integrarse, incluso cuando los intereses de su compañía estaban en peligro. Primero fue Luxo, y después, esos dos juguetes que ya forman parte de nuestro sustento cinéfilo.
La historia de Pixar recorre la trayectoria de la compañía desde Luxo (Lamparita) hasta Cars, una inmaculada carrera de éxitos que no se ha interrumpido. Lo mejor, sin duda, es su condición de documento histórico, con imágenes de la creación, el desarrollo y la concepción de todas esas películas geniales. Se nos cuentan las dificultades para concebir cada película, los temores que tardaron en desaparecer acerca del cierre de la compañía, y el proceso que nos permitió conocer a Woody, a Buzz, a Flick, a Nemo, a Los Increíbles y a Rayo McQueen.
Conocemos cómo se involucró Steve Jobs, el jefazo de Apple, decisivo para que todo ocurriese como ocurrió. Conocemos las múltiples negociaciones con Disney, siempre dependientes de los cambios en su jerarquía. Conocemos, además, los primeros bocetos de unos horribles Woody y Buzz, y las presiones para estrenar la secuela, cuando el gurú John Lasseter se tomó unas vacaciones y se encontró con la decepcionante historia que una segunda unidad de la compañía había escrito, y que tuvo que sufrir un lavado de cara profundo para que Toy Story 2 fuese como finalmente fue. Sabemos de la decisión de Lasseter de poner a Pete Docter como director de Mostruos, a Andrew Stanton al frente de Buscando a Nemo y a Brad Bird de la maravillosa Los Increíbles (mi favorita, y que hace que me muera de ganas de ver qué hace el tío con la próxima entrega de Missión Impossible). Todas ellas fueron decisones sabias y acertadas.
Y todo ello se nos cuenta de una manera amena y entretenida, con entrevistas a cada uno de los integrantes de ese dream team, y a gentes importantes de la industria como George Lucas, Michael Eisner y los encargados de las voces más representativas, como Tom Hanks, Tim Allen o Billy Crystal.
Interesantísima película, clave para comprender la evolución de una compañía única, posiblemente irrepetible, y responsable de varios de los mejores momentos que muchos de nosotros hemos vivido últimamente en los cines. Larga vida a Pixar...
Mi puntuación en IMDb:7.
Ficha en IMDb
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