Los cómics mitifican, y convierten a determinados intérpretes en deidades, alabadas en los círculos del fandom sólo por esa circunstancia concreta de haber puesto rostro y cuerpo a personajes de viñetas. Se ha muerto la mamá de Superman, el rol por el que, sin duda, saltó a la fama Susannah York, componente de aquel maravilloso reparto que Richard Donner reclutó en su inolvidable adaptación del Hijo de Krypton.
Todos la recordamos. Quienes tuvieron la suerte de ver la película en el cine, en 1978, se quedarían maravillados con el espectacular prólogo, en el que el planeta Krypton vivía sus últimas horas. Marlon Brando y Susannah York debatían acerca de la suerte de su primogénito, en unas secuencias brillantes gracias, en gran medida, al carisma y a la imponente presencia de los dos intérpretes. Jor-El y su mujer, Lara, apostaron por enviar a su único hijo a la Tierra, y así asistimos a una aventura apasionante...
Si Susannah York, desde donde esté, leyese esta entrada, probablemente se indignaría, al comprobar que su fructífera carrera puede verse reducida a ese papel estelar (y breve). No es mi intención ignorar todo lo demás, pero este blog, como no podía ser de otra manera, recoge mis inquietudes personales, y esa imagen, la de Lara con su hijo Kal-El en brazos, permanece en mi memoria cinéfila desde que descubrí la extraordinaria película de Donner en una sesión de vídeo. Pero hagamos justicia, y recordemos que Susanna York fue mucho más que la madre de Superman...
Porque estamos hablando, sin duda, de una de las actrices más representativas de la escena británica en las décadas de los 60 y 70. Susannah York desarrolló una importante carrera teatral y televisiva, y durante una etapa de su vida se dedicó, además, a la literatura infantil. Ya en el cine, participó en películas tan importantes como Un hombre para la eternidad, Tom Jones o Freud, pasión secreta, además de ser nominada al Óscar como mejor actriz de reparto en 1970 por Danzad, danzad malditos, la estupenda película de Sidney Pollack. Se atrevió, además, a enfrentarse al conservadurismo de la época interpretando a una lesbiana en el drama de 1968, El asesinato de la hermana George.
Los tres están ya el el cielo. Christopher Reeve, Marlon Brando y Susannah York descansan ya, después de haber velado por su planeta, Krypton, y por el nuestro, la Tierra. Y, pensándolo bien, seguro que lo siguen haciendo...
Descanse en paz, Susannah York...
Ficha en IMDb
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