Un plano que procede del interior de una pistola, un hombre que camina y nos encañona, una música inolvidable...Aunque John Barry sólo hubiese destacado por esa melodía, merecería el más sentido de los recuerdos. Pero fue mucho más. Fue el compositor de bandas sonoras míticas, aunque, es cierto, Bond se impone a todas ellas. Se ha muerto el responsable de que el agente con licencia para matar más famoso de la historia alcanzase semejante estatus, porque ese tema musical contribuyó, indudablemente, a su grandeza. Se ha muerto John Barry...
7 nominaciones al Óscar, con premio por sus trabajos en Nacida libre, El león en invierno, Memorias de África y Bailando con lobos. Barry ha sido, sin duda, uno de los grandes. Para algunos fue "el otro John", en referencia a John Williams, pero John Barry era otro tipo de músico, creador de temas menos épicos que Williams, pero de una fuerza descomunal. Muchas aventuras de James Bond se beneficiaron de su talento, desde la primera, 007 contra el Dr. No, en la que compuso ese tema inolvidable, hasta otras muchas para las que se encargó además de componer canciones que disfrutábamos en los espectaculares créditos. Toda la mitología bondiana, todo ese universo, no hubiese sido el mismo sin él.
Pero hay que citar otros trabajos. Compuso la música para películas como La jauría humana, Cowboys de medianoche, Robin y Marian, el King Kong de DeLaurentiis, Abismo, Jugando con la muerte, La calle del adiós, Fuego en el cuerpo, Peggy Sue se casó, Cotton Club, El chico de oro, Chaplin, o Enigma, su último trabajo.
Me apetece escucharle. Cerraré los ojos y soñaré con chicas Bond, con villanos maléficos cuyas guaridas están en lugares exóticos y perdidos. Recuerdo aquellos años 80, aquellos cines enormes de una única pantalla...Se apagan las luces, se abre el telón, un prólogo espectacular nos pone en situación y suena esa música icónica...
Descanse en paz, John Barry...
Ficha en IMDb
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