Es una de las buenas películas del año. Danny Boyle, tras la dickensiana y multioscarizada Slumdog Millionaire, escogió un proyecto pequeño, una historia real protagonizada por un hombre atrapado en una montaña. Pocas cosas, pocos personajes, pero cine con mayúsculas.
He publicado la crítica en la web de la revista Acción. Podéis leerla aquí.
Es un buen momento para ir al cine. Para mi siempre lo es, pero el primer trimestre del año es prolífico en pelis nominadas y cine de calidad. 127 horas es un buen ejemplo. En los próximos días tocará hablar de otra nominada: The Fighter.
Nos vemos en el cine.
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