Lo han renovado prácticamente todo. Han hecho comedia, cine negro, de gángsters, y ahora, un western. Y son buenos, muy buenos...Pero se podían haber ahorrado esas declaraciones recientes, en las que afirmaban que no les interesaba ni el western ni John Wayne. Que sólo han adaptado una novela. Había, creo yo, formas más elegantes de señalar que han tomado la obra de Charles Portis como referente fundamental de su nueva película, pero el pasado es el pasado, y la de Henry Hathaway poco tiene que envidiar a la de los Coen. Claro, Hathaway también adaptó la novela, y lo hizo con la competencia propia de un estupendo artesano, contando con la complicidad de un Wayne que logró con aquel papel su único Óscar. Spielberg, productor ejecutivo aquí, nunca hubiese dicho semejante estupidez. Ah, por cierto, el Valor de Ley de los hermanos Coen es un buen western...
Como lo era el de Henry Hathaway. Y ya puestos, me atrevo a decir que en éste tenemos algunos problemas que no había en aquélla, asumiendo el riesgo de que la tengo bastante olvidada. Los Coen no han conseguido hacer del todo suya una historia que a priori podría encajar con su forma de hacer cine, con su construcción de personajes y su interés por esas tramas sencillas pero pausadas, sin grandes estridencias. Yo detecto pronto algo que no me satisface: a diferencia de en la anterior versión, aquí los personajes principales resultan, por momentos, grotescos, algo sobreactuados, quizás por el empeño de los hermanos por llevarlo todo a su terreno. No es difícil recordar roles semejantes en muchas de sus películas, en especial en sus comedias, género en el que a mi más me gustan. Ni Jeff Bridges, ni Matt Damon, ni Josh Brolin ni Barry Pepper están fatal, pero hay algo en ellos, en su caracterización, que nos remiten a los lugares comunes de O Brother, Crueldad Intolerable o Un Tipo Serio. Ese rictus excesivo, casi bobalicón, chirría en un western,una peli del oeste que ni lo disimula ni se lamenta por ello...
Después tenemos momentos excelentes, de cine con mayúsculas, que surgen del talento de un grupo de actores excepcional. Y aún no he nombrado a la joven Hailee Steinfeld, nominada como mejor actriz de reparto y la única que esquiva ese perfil tontorrón tan coeniano. La chica está espléndida, y lleva el peso de una historia que en la versión de Hathaway cedía menos peso a su personaje. Pero no todo es malo en las otras interpretaciones, y hay más cine en escenas como la del juicio inicial al personaje de Bridges que en la mayor parte del cine actual, como lo hay en ésa en la que la chica se mete en el río con su caballo para seguir a los encargados de atrapar al asesino de su padre. Hay ahí buenas miradas de Bridges y Damon, emoción y talento interpretativo.
La historia es buena, sin que se aparte de ciertos tópicos del género. Los Coen otorgan protagonismo a la joven, encargada de abrir y cerrar la película, algo que no ocurría en la primera versión. Pero yo detecto cierta premura por concluír, cierto atropellamiento en la parte final, algo que no se daba en la de Hathaway, quizás porque aquélla tenía 18 minutos más de metraje. Pero puede que esa manera apresurada de cerrar la historia beneficie a un Josh Brolin que no está precisamente afortunado, y que realiza un trabajo que, sin llegar al bochorno de su anterior vaquero, aquel ridículo Jonah Hex, no le hace justicia (Bush también era un vaquero, pero será mejor obviarlo...)
Por lo demás, nada se puede destacar,ni como malo ni como bueno. La sensación global es de haber visto una buena película, pero también de que el western necesita mucho más para reverdecer laureles. Si así hubiese sido, estos talentosos hermanos hubiesen estado más legitimados para irse de la lengua como han hecho. Su Valor de Ley es una buena peli, un buen western, pero si Clint Eastwood no desprestigió al género con su insuperable Sin Perdón (y aunque le hubiese salido mal, nunca lo hubiese hecho, ya que él se lo debe todo al poncho y a las arenas almerienses) no está bien que lleguen ellos con esa altanería y tras presentar una peli que se queda lejos de la de Eastwood. Además, ellos destrozaron en su día El Quinteto de la Muerte, la estupenda obra de Alexander Mackendrick, con Ladykillers, y nadie les pidió explicaciones. Así que un respeto para los clásicos, chicos...
El próximo domingo Valor de Ley no se llevará mucho. Puede que Hailee Steinfeld gane, y no sería injusto. Los Coen tienen pelis mejores y alguna otra bastante peor. Son buenos, tanto como para que se les pueda considerar como los grandes renovadores del cine americano en las últimas dos décadas. Pero de momento, el western no lo han renovado, aunque su incursion en el genero es interesante...
Mi puntuación en IMDb:7.
Ficha en IMDb
Lo que comentas de Brolin o Pepper quizás se deba a la tendencia que tienen los Coen a caricaturizar un tanto sus personajes. Tendencia visible básicamente en sus comedias (al Tom Hanks de Ladykillers me remito)
ResponderEliminarDe todas formas, Brolin tiene tanto protagonismo como su honmónimo en la original. Yo creo que, viendo la versión original, lo que se aprecia de forma negativa es ese habla forzado que se marcan él y Bridges.
Por lo demás, un buen western.
Saludos ;)