Y de repente lo sencillo triunfó. Y un hombre enterrado en una caja, otro aprisionado en una montaña o unos pocos encerrados en un ascensor, protagonizaron historias susceptibles de convertirse en películas. Y esas películas, fueron buenas. Porque La trampa del mal, modesta cinta de terror apadrinada por el anteriormente interesante cineasta M. Night Shyamalan, está muy bien. Es, parece ser, la primera entrega de una serie de relatos de terror que se irán llevando al cine con el genérico título de The Night Chronicles. De momento, la cosa ha empezado bien...
Los ascensores no han sido, en mi opinión, aprovechados en el cine. Uno viaja años atrás y recuerda cuando descubrió en los videoclubs, allá por los 90, una película holandesa titulada, precisamente, El ascensor, con la que el director Dick Maas demostraba ser uno de los más competentes del género en Europa. Era otra cosa, una cinta algo más gore y descarnada que ésta, pero poseía un encanto que probablemente, vista hoy, mantendría. Lo que hace el director John Erick Dowdle, responsable de aquella copia de Rec tirulada Quarantine, es recibir el encargo de Shyamalan rodando una película simplona pero tremendamente efectiva, que no engaña, desde elprincipio al desenlace. Nos propone una visita al mal, personificado en un ambiente claustrofóbico y terrorífico que asfixia al espectador, de la misma forma que a ese grupo de personajes. No estamos ante un serial killer, sino ante el mal, como muy bien se encarga de explicarnos esa inquietante voz en off inicial.
Se sirve, es cierto, de algún tópico del género, como ese personaje hispano que conoce la existencia del mal, como ocurría,sin ir más lejos, en la reciente secuela de Paranormal Activity. Pero ni molestan ni hace restar puntos a la historia. Como tampoco lo hace el hecho de que el personaje del policía, motor de la narración, sea el típico marcado por una desgracia familiar, hecho bastante relacionado con la trama, y pertinente cuando ésta avanza.
Lo mejor de La trampa de mal es su propuesta de terror desenfadada, de escasos pero intensos ochenta minutos, en los que el guionista Brian Nelson (responsable del libreto de la estupenda 30 días de oscuridad), a partir, eso sí, de una historia de Shyamalan, combina Los 10 negritos de Agatha Christie con el mejor cine de horror norteamericano, el que te mantiene pegado a la butaca sin excesivos alardes de sangre, gore y vísceras.
Y se nos cuela en la cartelera en un momento en el que abunda el buen cine en las salas, con todas las peliculas que competirán próximamente por la preciada estatuílla. La trampa del mal se aleja en su concepción, pero no desentona como producto de factura impecable, perfectamente rodado, interpretado y producido, sin destacadas lagunas, evitando incluso el típico desenlace estirado como un chicle, error en el que incurren buena parte de las propuestas similares.
Ojalá funcione, y haga que M. Night Shyamalan vuelva a la senda que le hizo grande, la del cine inquietante, de suspense y atmósfera asfixiante. Y que se deje de Last Airbenders y demás zarandajas...
Mi puntuación en IMDb:7.
Ficha en IMDb
Tu 7 me da esperansas de que mi otrora idolatrado Shyamalan haga resucitar su fama y con ella las ganas de haser ese cine suyo que me gusta de verdá, ese que se dejó ver en sus primeras 4 películas (desde "El Sexto Sentido" hasta la maravillosa "El Bosque"). Rezo por ello ;)
ResponderEliminarUn saludo alienígena y gran crítica.